lunes, 5 de mayo de 2014

ADVERTENCIA: Si no han terminado de ver las dos temporadas no lean este post, está lleno de spoilers que pueden destruir su vida, ahora si quieren leerlo es bajo su propia responsabilidad.


Con esta imagen finaliza la segunda temporada de House of Cards, la serie original de Netflix que robó y aterrorizó mi corazón. Frank con su clásico golpe de anillo en la mesa, pero no cualquier mesa, no es nada más que de uno de los escritorios más poderosos del mundo; el del Presidente de Estados Unidos, tras un sin fin de acciones terribles que nos horrorizan y a la vez nos mantienen en el suspenso de si esta vez los Underwood saldrán de esta.

La segunda temporada definitivamente fue tres mil veces más densa que la primera, empezando con la muerte de Zoey, el encierro de Lucas, la persecución de Janine, la aparición de Jackie, el destape y la manipulación de uno de los abortos y la violación de Claire, el enfrentamiento al más puro estilo Guerra Fría con Raymond Tusk, el cambio de chaqueta de Remy Danton, el fin de una época con las costillas de Freddy, la obsesión de Doug por Rachel. Fueron fines y fines de semana tortuosos en qué nos preguntábamos con mi pololo a dónde quiere llegar Frank ahora.
Las sospechas de que quería ser Presidente era obvia, pero su manera de conseguirla ha sido lejos lo más maquiavélico y perverso que he visto en mi vida, en el sentido de la manipulación y el cálculo extremo para hacer que el mismo Presidente decida renunciar, pensando en dejar todo en manos de su "amigo".
En general unx sabe que la política es súper "dirty" pero y disculpen la expresión: ctm ¿tan tan dirty? Ahora cada vez que hay una ley votándose en el congreso o cuando asume alguien de subsecretario de blablá me pregunto qué favores hay entremedio, qué malversaciones hay por ahí. Si antes no creía en las instituciones ahora sinceramente les tengo terror, porque sinceramente creo que debe existir más de un dúo como los Underwood por ahí que están dispuestos a todo por conseguir más poder, incluso a asesinar a cualquiera que se interponga en su camino.
En síntesis House of Cards me cagó la vida, pese a esto ando en busca de la novela en la que se basó y espero con ansias las tercera temporada.