viernes, 15 de mayo de 2015

Tinder: El nuevo catálogo de consumo

Posted by Stella Microscópica on 10:44 p.m. with No comments


Tinder es una red geosocial para conocer personas  en base a sus preferencias, fotografías de perfil y a los kilómetros de distancia del cual se encuentra el otro; factor que parece novedoso en comparación con otros sitios de citas. Lo interesante,  es que no puedes hablar con cualquiera, sino que primero debes ir pasando una serie de perfiles e indicar con tu dedo hacia la izquierda si no te gusta y a la derecha si lo apruebas. En el caso que ambos se gusten se hace “match” es ahí donde recién pueden iniciar una conversación. Esta aplicación para Android e IOS se ha vuelto muy popular en la población soltera ¿pero a qué responde esta popularidad?

Las relaciones interpersonales han sido una de las consecuencias directas de la sociedad de consumo, la cual no sólo ha abarcado el ámbito económico, sino que además ha tenido repercusiones en los valores de los individuos, gracias a uno de sus ideales más imponente: “la libertad de elección”.

La libertad de elección conlleva ideas como la flexibilidad, que se traduce a la capacidad de adaptación a los cambios que son cada vez más instantáneos y a la habilidad de generar estos cambios. Para obtener la libertad, la movilidad es fundamental; pues sin movilidad se podrían estar perdiendo oportunidades o peor aún, deseos que podrían ser satisfechos. Es por esta razón que la idea “hasta que la muerte nos separe” coarta precisamente la movilidad, la capacidad de elección del individuo y la inversión de tiempo es mucho mayor, factor vital en esta era. Es en este contexto que nace una aplicación como Tinder.

Debemos tener presente que el éxito de Tinder no es azaroso, pues responde precisamente a las necesidades que la sociedad de consumo ha creado. Pese a estar solteros a nadie le gusta estar solo, pero tampoco se quiere establecer un compromiso a largo plazo, porque la monogamia o la exclusividad sexual  priva de la satisfacción de deseos jamás experimentados, que se tornan una tentación prometedora. Lo que Tinder facilita es evitar el tener que salir al encuentro de una pareja al mundo, por lo que el ahorro de la inversión de tiempo para establecer una nueva relación se reduce, lo cual  lo hace más atractivo aún, dado que tienes un catálogo donde los usuarios deben construirse como seres interesantes para que el dedo vaya a la derecha, es decir deben saber venderse como producto amoroso que pueda cumplir las expectativas del otro por medio de las fotos presentadas.

 Podemos señalar que por medio de esta aplicación, somos capaces de convertirnos en objetos de consumo y al mismo tiempo de ver a otros como producto. Esto se debe a que los vínculos personales han sido presos del proceso de licuefacción del sistema económico, es decir todo lo que sea durable o que se necesite profundizar se descarta, por lo que una relación fugaz hace que nos podamos sentir menos solos y al mismo tiempo no invade ni limita nuestra capacidad de movilizarnos en el mundo, pues es posible utilizarla en cualquier punto del planeta. A esto se suma, la idea que esta aplicación no es para encontrar el amor de tu vida, sino que sirve para coquetear y buscar encuentros de sexo casual, para luego buscar a otro individuo con quien coquetear o concertar una nueva cita, porque después de un encuentro podemos seguir examinando a otro en nuestro horario de oficina, o mientras vamos en el metro. La necesidad de ir a un bar para conocer gente nueva se reduce a tener tu Smartphone con internet móvil, mientras no lo estás usando sabes que estás perdiendo oportunidades de hacer algunos cuantos match, porque al hacer varios, tienes la convicción de que te has convertido en uno de los objetos más deseados del mercado dentro del amplio catálogo que ofrece Tinder.

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